- Buenos días, mi nombre es Ryan y seré vuestro profesor de Dibujo durante este curso. - ¿CÓMO? ¿Y qué ha pasado con Lindsay?
- Perdone profesor pero ¿por qué no nos da clase Lindsay?
- Asuntos personales, ella ya no trabajará más en este instituto.
- ¡¿QUÉ?! - dije sobresaltada. Entiendanme, me había acostumbrado ya a aquella profesora, se podría decir que hasta me caía bien y que ahora venga el viejo barbudo este y me joda la única clase que disfruto no me hace maldita gracia.
- ¿Señorita tiene algún problema en que sea yo quién les de clase? - ¡SIIIIII!
- No - dije seca, tampoco quería tener problemas con el barbas, al menos no el primer día.
- Perfecto. Hoy como es el primer día empezaremos ... - fue interrumpido por el sonido de la puerta. - Adelante - un chico moreno entró en clase, me sonaba de algo... - Llega unos diez minutos tarde caballero, se lo paso hoy porque es el primer día, ¿de acuerdo?
Este asintió y echó una mirada a la clase, todos los asientos estaban ocupados excepto el que estaba a mi lado, mierda mierda mierda mierda. Nuestras miradas se cruzaron un momento y fue ahí cuando recordé donde lo había visto antes, él es el psicópata que no me quitaba el ojo de encima en la cafetería. Cuando me quise dar cuenta ya estaba sentado a mi lado lo que me incomodó bastante, estaba mirando hacia el profesor pero no parecía hacerle mucho caso. Me fijé en sus facciones, tenía un perfil jodidamente perfecto.
-¿Qué coño miras tanto? - dijo seco sacándome del trance.
- Tu cara de gilipollas - le dije para seguir con mi dibujo.
Como era el primer día Barbanegra nos dejó dibujar lo que quisiéramos así que yo seguí con mi dibujo. Se me ocurrió darle color rojo a algunos elementos como el mar o el traje de la chica para darle más dramatismo.Cuando estaba acabando de pintar el mar se me partió la punta del lápiz, maldije en voz alta y abrí mi estuche para coger el puto sacapuntas pero no lo encontré, debí de habérmelo olvidado en mi escritorio anoche, ¡puta vida!
- Déjame el sacapuntas - le pregunté al psicópatas de al lado.
- ¿No te han enseñado modales tu padres? , las cosas se piden por favor - noté cierta burla en su voz.
- Me importan una mierda los modales, ¿me lo dejas o te lo quito? - él se echó a reír - ¿Qué es tan gracioso? - dije molesta.
- Tú.
- ¿Te estás riendo en mi cara? - dije bastante molesta, nivel "di algo más y te reviento la cabeza"
- Sí, ¿qué vas a hacerme? ¿tirarme helado a la cara?
- A ti te haría otra cosa.
- ¿Eso es una proposición? - lo desintegré con la mirada.
- No te tocaría ni con un palo, primero me lío con el viejo barbudo ese - señalé al profesor.
- Pues pídele a él el sacapuntas.
- Eres un puto pesado de mierda, ¡déjamelo ya hostias!
- Pídemelo bien - respiré profundo, este tío me estaba tocando mucho los ovarios.
- ¿Me lo dejas? - dije lo más calmada que pude.
- Lo siento, no tengo sacapuntas.
- No sabes todo lo que me estoy controlando para no tirarte por la jodida ventana y que se te rompan todos los putos huesos de tu cuerpo.
- Es divertido hacerte enfadar - se burló.
- Que te den niño - aparté la mirada de él y la fijé en mi dibujo.
- Me llamo Zayn.
- Me importa una mierda.
- Me gusta tu carácter - dijo sorprendiéndome.
- A mi no me gustas tú así que deja de joderme y no me hables más - soltó una carcajada y siguió dibujando su mierda de dibujo.
No volvimos a hablar en toda la clase, al final le cogí el sacapuntas a uno de los frikies de clase, el muy egoísta no me lo quería dar así que se lo quité y obviamente no se lo devolví, que se joda.
El último timbre sonó y todos los alumnos salieron corriendo hacia la salida, yo en cambio me tomaba mi tiempo en recoger y salir, odio ser empujada por algunos de esos desgraciados así que prefiero esperar.
Iba saliendo metida en mi singular mundo interior cuando siento un cuerpo chocar contra el mío haciéndome caer bruscamente.
- ¡¿Eres gilipollas o qué?! - dije enfadada.
- ¿Kath? - levanté la mirada alarmada, conocía esa voz perfectamente.
- Luke... - dije casi susurrando sin creerme aún lo que estaba pasando. Me ofreció su mano para levantarme pero la rechacé.
- Cuánto tiempo - el ambiente estaba bastante tenso y yo estaba en estado de shok.
- Sí, un año desde que me dejaste como a la mierda - le solté.
- Kath yo... - lo interrumpí.
- Ni Kath ni pollas, no sé lo que haces aquí ni por qué has vuelto, lo único que sé es que ya no me importa porque para mí dejaste de existir hace exactamente un año. - me fui a girar pero me agarró del codo.
- No es como tú piensas - me quedé callada mirando a aquél chico que un día fue la persona más importante de mi vida. Me miró fijamente a los ojos y todo se me removió por dentro, sentía que iba a llorar en cualquier momento "Mierda Kate no llores, no ahora delante de él". Jalé fuertemente para soltarme de su agarre sin apartar la mirada de sus preciosos ojos azules - Has cambiado mucho... - por alguna razón eso me dolió.
- Sí... - hice una pausa - ¿Y tú qué sigues siendo el mismo cabrón de antes?
- Entiendo que me odies - lo interrumpí.
- Te equivocas, yo no te odio. Te odié el día que me dejaste, te odié durante meses. ¿Pero sabes qué? - hice otra pausa - Me di cuenta de que no te mereces ni mi odio. - dije firme para luego darme la vuelta en dirección a la salida.
- Puedes decir lo que quieras pero yo sé que todavía me quieres - me paré en seco y me volví a dar la vuelta caminando rápidamente hacia él.
- Haber estado contigo fue el peor error de mi puta vida - dije golpeándolo con mi dedo índice en el pecho - Así que no me busques, ni me hables, ni me mires, ni intentes darme ninguna explicación porque ya me lo dejaste todo muy claro en su día - dejé mi dedo tocando su pecho y lo miré a los ojos, recuerdo que le brillaban al mirarme mientras me sonreía y me decía lo mucho que me amaba... hijo de puta.
- ¡Kath escúchame! - dijo alterado.
- ¡QUE - NO - QUIERO- ESCUCHAR- NADA- QUE- SALGA- DE TU - PUTA - BOCA! - dije gritando separando las palabras empujándolo con cada una de ellas.
- ¡¿QUIERES CALMARTE?! - dijo agarrándome de ambos brazos con fuerza. Y fue ahí cuando llegué a mi tope y estallé. Las lágrimas salían de mis ojos sin poder controlarlas, agaché la cabeza por vergüenza y solté un llanto lleno de todo el dolor que me había guardado durante todo un año. De repente sentí sus largos brazos rodearme, me estaba abrazando.
Una descarga eléctrica recorrió cada parte de mi cuerpo haciéndome estremecer, inconscientemente cerré los ojos. Cientos de recuerdos me vinieron a la cabeza; su calor, su olor, su voz, su tacto... Todo el enfado se había esfumado, me dejé llevar por el sonido de su corazón tan acelerado como siempre, entonces me di cuenta de que él mío iba a mil por hora, ¿esto significa que sigo enamorada de Luke Hemmings?
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¡Holaaaaaaaaa!
Aquí está el segundo capítulo, esperamos que les guste y que comenteeen :)
Hemos leído los comentarios en el primer capítulo y nos ha encantado que nos pidieran que sigamos y que dijeran que les encanta, muchas gracias .xx
En cuanto a la petición de una lectora para salir en la novela, aún no sabemos como va a transcurrir pero si decidimos meter a alguien les avisaremos si?
Un beso, Chu .x
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